Con una tasa de interés base en torno al 6,5% y una inflación que desciende hacia el 4,3%, el panorama para los especialistas en marketing este otoño se define por una palabra: disciplina. El costo del capital sigue siendo alto, lo que obliga a priorizar inversiones. Sin embargo, la moderación de los precios y una confianza del consumidor en recuperación abren espacio para el crecimiento. El desafío: proteger la rentabilidad mientras se reactivan las ventas antes del pico de la temporada navideña.
Presupuestos: de la supervivencia al crecimiento selectivo
Tras dos años de ajustes, los presupuestos de marketing se reestructuran más que se expanden. Las principales tendencias son:
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Reasignación antes que incremento. Los fondos migran de canales de baja rentabilidad hacia aquellos con retorno medible.
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Marca y rendimiento, no marca vs. rendimiento. Con una inflación más baja, las marcas pueden invertir nuevamente en notoriedad, pero con métricas claras.
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Agilidad trimestral. Los departamentos financieros prefieren compromisos cortos; los directores de marketing reservan entre un 10 y un 15% del presupuesto para oportunidades de última hora.
Comportamiento del consumidor: del cansancio de precios a la búsqueda de valor
La desaceleración de la inflación no borra el recuerdo de la volatilidad. Los consumidores buscan valor claro y experiencias sin fricción:
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Las estructuras de precios escalonadas (“bueno–mejor–excelente”) superan los descuentos generalizados.
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Los programas de fidelización con recompensas tangibles recuperan protagonismo.
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La logística (entrega rápida y devoluciones sencillas) es tan importante como el precio.
Mezcla de canales: hacia dónde fluye la inversión
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Retail media sigue creciendo gracias a audiencias de alta intención y datos cerrados de conversión.
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Búsqueda y Shopping Ads se revalorizan con CPC más estables.
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Video corto y creadores siguen dominando la fase de descubrimiento, pero con un enfoque más auténtico, tipo “UGC” (contenido generado por usuarios).
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CTV y digital OOH ganan peso gracias a una mejor segmentación y menor volatilidad en los CPM.
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Email, SMS y notificaciones push refuerzan la retención y maximizan el valor del dato propio.
Creatividad: precisión por encima del brillo
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Pruebas constantes: testea ideas, no solo formatos.
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Claridad en la oferta: comparaciones de precios, bundles y opciones de financiación superan los mensajes genéricos de “rebajas”.
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Relevancia local: adaptar idioma, temporada y métodos de pago aumenta la conversión.
Medición: del clic a la causalidad
Con los CFOs vigilando de cerca los números, el marketing necesita pruebas reales, no solo métricas de vanidad.
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Pruebas de incrementalidad entre regiones o audiencias para medir impacto real.
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Modelos de atribución mixtos (MMM) actualizados mensualmente.
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Encuestas postcompra como herramienta rápida y económica para medir recordación.
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Seguimiento server-side y flujos de consentimiento bien diseñados para cumplir con las normativas de privacidad.
Los datos propios: prioridad del otoño
La caída de las cookies de terceros y la escasez de IDs hacen que los datos propios sean el nuevo oro del marketing. Las estrategias ganadoras incluyen:
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Captación con valor añadido (ebooks, alertas de precios, acceso anticipado).
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Unificación de perfiles: correo, teléfono, historial de compras y soporte.
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Automatización de journeys que acompañen al cliente desde el descubrimiento hasta la lealtad.
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Modelado de audiencias basadas en clientes rentables, no solo en compradores frecuentes.
SEO y contenido: el retorno compuesto de lo orgánico
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Contenido evergreen centrado en resolver problemas reales mantiene tráfico constante.
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SEO basado en entidades (marca, producto, categoría) mejora posicionamiento y conversión.
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Hubs estacionales y de actualidad captan picos de búsqueda sin saturar la arquitectura del sitio.
B2B: calidad de leads antes que volumen
Las tasas altas de interés mantienen a los compradores B2B prudentes. Lo que funciona ahora:
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Account-based marketing (ABM) ligero con listas acotadas de clientes objetivo.
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Alineación entre marketing y ventas para priorizar leads con intención real.
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Contenidos de prueba y ROI calculators que reduzcan el riesgo percibido.
Precios y promociones: generar demanda sin destruir valor
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Packs estratégicos que aumenten el ticket medio.
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Beneficios de valor añadido (garantía extendida, servicio de instalación) en lugar de rebajas agresivas.
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Ofertas exclusivas para miembros que refuercen la fidelidad y capturen datos.
Inteligencia artificial: productividad visible en la cuenta de resultados
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Creatividad automatizada: versiones, traducciones y adaptaciones con validación humana.
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Optimización de feeds: actualización diaria de títulos y atributos.
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Atención al cliente asistida: agentes más eficientes con mejor satisfacción del usuario.
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Predicción de demanda: planificación de inventario y promociones antes del Black Friday.
El plan de otoño para el mercado húngaro en 2025
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Reasignar inversión hacia retail media y campañas de Shopping.
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Fortalecer la captación de datos propios con incentivos atractivos.
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Incrementar el ritmo de pruebas creativas semanales.
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Medir el impacto con al menos una prueba de incrementalidad trimestral.
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Ajustar precios con estrategias de valor y evitar guerras de descuentos.
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Asegurar logística y comunicación transparente antes del pico estacional.
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Mantener un fondo de oportunidad del 10–15% para invertir en lo que mejor funcione.
Conclusión
El otoño de 2025 recompensará a los especialistas en marketing que combinen disciplina financiera con agilidad estratégica. Las tasas siguen altas, pero los consumidores vuelven a gastar con más confianza. Con una inflación moderada, las marcas tienen luz verde para crecer nuevamente, siempre que cada euro —y cada forinto— se traduzca en impacto real en ventas, margen y fidelización.
Fuente: https://hostsobserver.com/base-rate-at-6-5-inflation-at-4-3-where-marketing-is-heading-in-autumn-2025/
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